(Para la masa)
½ Kg. de harina (aprox.)
½ Cucharadita de levadura.
2 - 3 Cucharadas de azúcar.
1 Cucharadita de anís en grano.
La piel de una naranja.
Un vaso grande de agua.
1/3 del vaso de agua de aceite.
1 pizquita de sal.
(Para el relleno)
1 Kg. de calabaza (aprox.)
2 cucharadas soperas de canela en polvo. + dos cucharadas soperas de azúcar.
Piñones, pasas, nueces, avellanas, almendras…. (A gusto del consumidor)
3 cucharadas de aceite.
4 cucharadas de azúcar.
ELABORACIÓN:
En una cazuela se pone el agua a hervir con el aceite, anís en grano y la peladura de naranja. Cuando llega al punto de ebullición, se cuela y vierte mediante un colador encima del volcán previamente preparado.
Se prepara en un recipiente la harina en forma de volcán con el azúcar, sal y levadura donde echaremos el agua hirviendo para escaldar la masa.
Acto seguido, se remueve muy lentamente con una cuchara de madera con cuidado de que no salgan grumos y si la masa se pega en la cuchara, se le va añadiendo más harina hasta que no se pegue en la cuchara o en los dedos. Se amasa un poco, ahora ya con las manos y se hace una bola que dejaremos reposar tapada con un paño limpio de cocina cerca del fuego unos 20 ó 30 min.
Mientras reposa la masa, pelamos y partimos a rodajas la calabaza, preparamos la mezcla de la canela con el azúcar y dejamos a mano los demás ingredientes.
Una vez pasado el tiempo estimado, dividimos la masa en dos partes iguales si queremos hacer un empanadico, o en cuatro para obtener dos. (yo siempre utilizo estas cantidades para uno, el cual me ocupa toda la bandeja del horno y es de un grosor consistente ) Se coge una de las partes y se estira con un rodillo (o en su falta una botella) en forma de rectángulo intentando que el grosor sea homogéneo por todas las partes.
Se echan unas gotitas de aceite que extendemos con la mano y espolvoreamos el azúcar blanco.
A continuación se cubre con una capa de rodajitas de calabaza (considerable) dejando un margen de un centímetro aprox. con el borde de éste sin dejar ningún hueco. Se espolvorea con la mezcla de la canela y azúcar por toda la superficie de la calabaza (no por el margen de la masa) hasta cubrir por completo dicha superficie. Dejamos caer unas gotitas de aceite de forma repartida por la alfombra de calabaza, azúcar y canela sin que caiga en la masa.
Echamos los frutos secos elegidos equitativamente (las nueces, avellanas y almendras deben picarse previamente).
Por último, con el otro trozo de masa extendida de igual forma que la base, cubriremos lo anteriormente realizado, sellando los bordes pellizcando con los dedos para que no salga el relleno. Lo barnizamos con aceite ligeramente y se espolvorea azúcar blanca a gusto.
Se mete al horno (previamente calentado) a 180º - 200 º unos 30 min. hasta que se vea dorado, unos 20 minutos.
En una cazuela se pone el agua a hervir con el aceite, anís en grano y la peladura de naranja. Cuando llega al punto de ebullición, se cuela y vierte mediante un colador encima del volcán previamente preparado.
Se prepara en un recipiente la harina en forma de volcán con el azúcar, sal y levadura donde echaremos el agua hirviendo para escaldar la masa.
Acto seguido, se remueve muy lentamente con una cuchara de madera con cuidado de que no salgan grumos y si la masa se pega en la cuchara, se le va añadiendo más harina hasta que no se pegue en la cuchara o en los dedos. Se amasa un poco, ahora ya con las manos y se hace una bola que dejaremos reposar tapada con un paño limpio de cocina cerca del fuego unos 20 ó 30 min.
Mientras reposa la masa, pelamos y partimos a rodajas la calabaza, preparamos la mezcla de la canela con el azúcar y dejamos a mano los demás ingredientes.
Una vez pasado el tiempo estimado, dividimos la masa en dos partes iguales si queremos hacer un empanadico, o en cuatro para obtener dos. (yo siempre utilizo estas cantidades para uno, el cual me ocupa toda la bandeja del horno y es de un grosor consistente ) Se coge una de las partes y se estira con un rodillo (o en su falta una botella) en forma de rectángulo intentando que el grosor sea homogéneo por todas las partes.
Se echan unas gotitas de aceite que extendemos con la mano y espolvoreamos el azúcar blanco.
A continuación se cubre con una capa de rodajitas de calabaza (considerable) dejando un margen de un centímetro aprox. con el borde de éste sin dejar ningún hueco. Se espolvorea con la mezcla de la canela y azúcar por toda la superficie de la calabaza (no por el margen de la masa) hasta cubrir por completo dicha superficie. Dejamos caer unas gotitas de aceite de forma repartida por la alfombra de calabaza, azúcar y canela sin que caiga en la masa.
Echamos los frutos secos elegidos equitativamente (las nueces, avellanas y almendras deben picarse previamente).
Por último, con el otro trozo de masa extendida de igual forma que la base, cubriremos lo anteriormente realizado, sellando los bordes pellizcando con los dedos para que no salga el relleno. Lo barnizamos con aceite ligeramente y se espolvorea azúcar blanca a gusto.
Se mete al horno (previamente calentado) a 180º - 200 º unos 30 min. hasta que se vea dorado, unos 20 minutos.
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